Laminación solar

Durante el proceso de producción de paneles solares, uno de los pasos es el laminado de los módulos solares. Los módulos solares suelen estar compuestos por varias células solares en forma de plaqueta o una única lámina delgada. Deben protegerse de las inclemencias del tiempo (intemperie, arañazos, etc.) para garantizar una larga vida útil.

Esta protección se crea montando las células dentro de un sándwich, formado por una capa superior de vidrio y una capa posterior dura. Se utiliza un polímero para "pegar" el sándwich, lo cual se realiza bajo calor, vacío y presión mecánica. El vacío es necesario durante esta etapa del proceso para desgasificar la resina plástica de los módulos y evitar así la formación de burbujas.

Los polímeros más utilizados son el EVA (etilvinilacetato), el POE (poliocteno-etileno) y el PVB (polivinilbutiral). Todos estos polímeros presentan cierta desgasificación durante el proceso de calentamiento, por lo que entran en la bomba de vacío. Históricamente, se han utilizado bombas selladas con aceite para esta aplicación, pero requieren un mantenimiento intensivo, ya que el aceite se contamina con la desgasificación. Debido a los elevados costes de funcionamiento, las bombas selladas con aceite se han sustituido en gran medida por bombas de tornillo secas.

Dado que los vapores de hidrocarburos liberados son bastante reactivos, también suponen un reto para las bombas de compresión en seco. Al entrar en la bomba, estos vapores tienden a formar capas allí donde la temperatura del cuerpo interno de la bomba es excesivamente alta. La SCREWLINE SP 630 de Leybold, de funcionamiento en seco y exenta de aceite, destaca en este proceso, ya que la temperatura de la bomba se mantiene baja gracias a un mecanismo interno de refrigeración del rotor. A diferencia de la mayoría de las bombas más calientes de la competencia, la temperatura de la SP 630 se mantiene baja, por lo que apenas hay acumulación de capas. La SCREWLINE puede funcionar en esta exigente aplicación durante muchos años sin mantenimiento ni servicio especial, mientras que las bombas de funcionamiento en caliente se atascan al poco tiempo.

Hoy en día, las laminadoras de dos o tres etapas son muy comunes. Aquí, el proceso se divide en "laminación" en la etapa uno, "solidificación" en la etapa dos y "enfriamiento" en la etapa tres. En la etapa uno, la SCREWLINE SP 630 es imprescindible, ya que aquí se elimina la mayor parte de la desgasificación del polímero. Para la etapa dos, la DRYVAC, más eficiente energéticamente, es una excelente alternativa a la SP630. La cámara de enfriamiento de la tercera etapa únicamente requiere vacío aproximado y es menos exigente. Estas cámaras suelen bombearse con una bomba de garras, como nuestra CLAWVAC.

En laminadoras grandes, la SCREWLINE se combina a menudo con la bomba Roots WSU 2001 (o similar) de Leybold. Esta bomba puede añadirse a las bombas secas para conseguir velocidades de aspiración más altas.

 

 

Contact Leybold

Let's talk

We focus on customer proximity. Contact us for all your questions.