Conozca a nuestro personal
Sabemos que podemos seguir, señalándole lo fantástico que es trabajar en Leybold y demás, pero también queremos enseñártelo.
Leybold entre bambalinas: historias de nuestros colaboradores
Hemos pedido a nuestros compañeros que nos cuenten sus propias historias profesionales. ¿Cómo empezaron en Leybold? ¿Qué les resultó difícil? ¿Qué aprendieron? Y, por último, ¿por qué decidieron quedarse? Consulte los testimonios de los empleados para descubrir las trayectorias y experiencias que hacen que nuestro equipo sea excepcional.
En Leybold, todo el mundo aporta su propia perspectiva única al equipo y es justamente eso lo que nos encanta. Somos una mezcla diversa de experiencias y perspectivas. Leybold forma parte de Atlas Copco Group y es líder en tecnología de vacío, y somos famosos no solo por ofrecer resultados, sino por fomentar la creatividad. Creemos en formar a nuestros empleados para que la suya sea una labor significativa.
En consecuencia, esperamos que disfrute de nuestra página Conozca a nuestro personal y que aprenda algo nuevo sobre nosotros.
Conozca a Ehsan, nuestro ingeniero de desarrollo de servicios
Conozca a Uriel, nuestra aprendiz FLEX en el área de productos inteligentes
Conozca a Lea, nuestra generalista de marketing y comunicaciones
Conozca a Uwe, nuestro director de gestión del sector de mercado (MSM)
Cuéntenos cómo ha sido su trayectoria en Leybold hasta la actualidad. ¿Cómo supo de la empresa por primera vez? ¿Cuál fue su primer puesto y a qué se dedica ahora?
Lo cierto es que no había oído hablar de Leybold antes de que me incorporara hace cuatro años. Un amigo mío habló de Leybold como una de las empresas más grandes de Colonia (Alemania). Me pareció interesante, ya que me mudé de nuevo a Colonia después de terminar el trabajo de fin de grado y estaba a punto de empezar mi máster en ingeniería de automatización.
Como quería ahondar en una rama distinta, decidí postularme para un puesto en marketing, mundo que hasta entonces me era totalmente desconocido. Conocer al equipo, la empresa y las herramientas que el equipo de marketing utiliza para ofrecer contratos de servicio a nuestros clientes fue una experiencia fantástica.
Un año después, comencé a redactar mi trabajo de fin de máster, lo que también fue una experiencia genial y me puso en contacto con el equipo de ingeniería de Leybold. Después, me postulé para el puesto de Ingeniero de desarrollo de servicios de productos inteligentes y me aceptaron. Y aquí sigo.
¿Por qué decidió quedarse después de las prácticas?
El entorno de trabajo y las posibilidades me hicieron querer continuar mi carrera profesional en Leybold. Tener la oportunidad de colaborar con compañeros de trabajo de diversos orígenes y países ha enriquecido la experiencia del día a día. Esto, a su vez, me ha brindado la oportunidad de abordar tareas complejas en proyectos que me han resultado muy estimulantes y conocer muchísimos otros proyectos geniales; además, he entrado en contacto con gente excepcional y sus culturas, con todo lo de único que hay en ellas.
Además, Leybold me ofrece muchas oportunidades para crecer y dirigir mi carrera de formas que me interesan y también me encantan. Una gran parte de mi trabajo diario consiste en colaborar con distintos actores de relevancia, lo que me llena de alegría e ilusión a diario porque cada jornada es distinta, afronto las dificultades con el equipo, las debatimos y encontramos soluciones para nuestros clientes e in situ en los propios proyectos de la forma más óptima y eficaz posible.
Desde el principio pedían mi opinión y la valoraban, lo que alivió la inseguridad que sentía desde mis primeros pasos como recién egresado; además, me animaron a aportar nuevas ideas. Me pusieron a colaborar al momento en todos los proyectos pertinentes; hacer preguntas "tontas" no supone problema alguno aquí, más bien al contrario: todas son bien recibidas. Lo que importa es la actitud que se tenga y se te ayuda a desarrollar las habilidades necesarias a medida que vas avanzando. Me llena de orgullo trabajar en una organización tan positiva y que demuestra tanto apoyo. Con el paso del tiempo he aumentado mis conocimientos y he llegado a ser todo un experto en los controladores de nueva generación. Ahora yo también contribuyo con proyectos de puesta en marcha de la máxima importancia.
Cuéntenos cómo ha sido su trayectoria en Leybold hasta hoy. ¿Cómo conoció la empresa, qué está haciendo ahora y cómo ha sido la experiencia hasta ahora?
En lo que a mi incorporación respecta, avanzó bastante rápido. En cuestión de unas tres semanas aprendí sobre Leybold y pasé a formar parte del equipo. Primero me puse en contacto con alguien de Leybold a través de LinkedIn, lo que me llevó a una llamada y a una entrevista en poco tiempo, y de repente me estaba preparando para incorporarme a la empresa. Al principio hicieron que me acompañara un mentor, una persona que había desempeñado un puesto similar un año antes. La experiencia con el mentor me sirvió de mucho y adquirí información útil para mi puesto de aprendiz. Había pasado por exactamente lo mismo que yo en mi trayectoria y me enseñó a desenvolverme. Poco a poco, me ayudó a saber qué hacer en mi puesto y a desempeñarme por la oficina.
Hoy en día, como aprendiz de ingeniera, ya llevo ocho meses trabajando, con la flexibilidad de poder elegir mi siguiente encargo. Es una de las cosas que me gustan de este puesto: me permiten analizar otros puestos y ver cuáles me gustan o no. Recibo mucho apoyo para estudiar todo lo que quiera y, como recién egresada, me encanta el poder conocer qué quiero para mi carrera profesional.
Este programa está dirigido por los propios aprendices, por lo que nos reunimos para conocer gente en puestos que pudieran interesarnos. Por el momento, me ocupo de ayudar con los productos inteligentes de Leybold que se usan con bombas de vacío; en pocas palabras, productos que supervisan las bombas y la conectan con la nube. La parte de innovación consiste en todos los algoritmos y factores: tenemos que comprobar que todo funcione a la perfección. Me encanta poder salvar las dificultades y ayudar a técnicos de campo a instalar los productos, tareas entre las que se encuentran la impartición de formación y la comunicación de conocimientos que hemos adquirido.
Me encanta esto. Obviamente, hay muchas cosas que todavía me sorprenden (al fin y al cabo, no dejo de aprender sobre la marcha), pero de verdad que me fascina el observar cómo mis encargados y compañeros tienen la suficiente confianza en mí como para encargarme mis propios proyectos y actividades de formación. Me da ánimos y me motiva. Me ha demostrado que siempre soy capaz de aprender y avanzar y de que estoy contribuyendo a la empresa.
¿Podría contarnos sus impresiones generales sobre su experiencia en su equipo y organización, resaltando lo que más le gusta?
Hay mucho que digerir. Hasta ahora nunca había tenido contacto con bombas de vacío, por lo que especialista, lo que se dice, no soy. La curva de aprendizaje es un poco complicada, pero el procedimiento es constante. La gente se ha mostrado muy abierta y en situaciones que no te son familiares te sientes como la niña nueva del instituto, pero he podido conocer a mucha gente y aprender un montón de ella.
Por lo general, mi impresión es que hay bastantes personas que son muy abiertas y hospitalarias. Es una empresa muy grande y cierta gente lleva décadas aquí, por lo que hacerse un huequito no parecía fácil; sin embargo, no paraban de invitarme a reuniones y actos, comprobaban cómo me iba y ahora estoy en muchos grupos de WhatsApp. Me gusta ver que la gente es extrovertida. La mejor parte es cómo la gente hace hincapié en que saben cómo me siento siendo la nueva: ellos mismos han vivido en sus propias carnes toda la confusión y las distintas curvas de aprendizaje por las que he pasado. Mi idea general es que la gente no se queda en una misma empresa tanto tiempo, así que me gusta ver cómo algunos han encontrado el sitio para desarrollar su carrera a largo plazo.
Cuéntenos cómo ha sido su trayectoria en Leybold hasta hoy. ¿Cómo supo de la empresa por primera vez? ¿Cuál fue su primer puesto y a qué se dedica ahora?
Mi historia no es como ninguna otra. Conocí Leybold por mi madre, que había trabajado en la empresa 25 años.
Después de la secundaria, empecé en un puesto de Marketing y comunicación, donde pasé 6 meses; esta experiencia fue la que me llevó a unas prácticas de administrativa industrial.
Mi primer departamento después de las prácticas fue el de mantenimiento, donde pasé cuatro años coordinando el mantenimiento de nuestros técnicos de servicio. Luego decidí estudiar a tiempo parcial mientras trabajaba de planificadora de mantenimiento presencial.
Hoy me enorgullece tener una licenciatura y contribuir activamente con Leybold en el departamento de Marketing & comunicación.
¿Querría contarnos sus impresiones generales sobre su experiencia en su equipo y organización, resaltando lo que más le gusta?
Un aspecto que realmente creo que sobresale es el compañerismo, que es extraordinario. Ya seas nuevo o tengas 25 años de experiencia, todas las personas del equipo son extraordinariamente amables y están dispuestas a ayudar.
Lo que más aprecio es lo agradable del ambiente y la aceptación de las dudas. No hay que avergonzarse por preguntar demasiado: el equipo fomenta una cultura de la curiosidad, lo que genera una atmósfera de apoyo que a su vez contribuye enormemente a que toda la experiencia laboral resulte deseable.
¿Qué hace que Leybold destaque como empresa en la que trabajar?
Lo que diferencia a Leybold a este respecto es el compromiso con el bienestar de los trabajadores, no solamente como política, sino como pieza tangible de la cultura de la compañía.
Leybold va más allá de lo convencional organizando eventos de equipo, y también destaca por ofrecer excelentes oportunidades para de formación continua y crecimiento personal. Esta es más que una empresa donde solo trabajar: es una plataforma que apoya tu carrera activamente.
Conozca a Uwe Zoellig
Uwe Zoellig
Director de gestión de sector de mercado (MSM)
Lleva muchos años en Leybold; ¿nos hablaría de su trayectoria y de lo que le ha traído hasta aquí?
Mi historia con Leybold abarca casi 33 años y todo comenzó con una ruta profesional nada convencional. Tras 10 años de formación escolar, elegí una formación vocacional de asistente de laboratorio de química en una empresa del sector. Con apenas 18 años ya estaba en el mercado laboral con esta compañía; no obstante, tras un año en plantilla, sentí que quería conseguir más.
Fui valiente y dejé mi trabajo; volví a estudiar otro año Ingeniería de procesos en la Fachhochschule de Colonia (Alemania). Al término de mis estudios, necesitaba buscar oportunidades de empleo. Un sábado abrí el diario de la ciudad para mirar las ofertas (así funcionaban las cosas por aquel entonces) y el primer anuncio que encontré y que tenía que ver con mi perfil fue el de Leybold: como técnico de proyectos en el equipo de Sistemas.
A pesar de la diferencia entre a lo que se dedicaba la compañía y mi experiencia en el sector químico, me llamó la atención. Tras el proceso de selección no solo quería trabajar para Leybold, sino para el mismo director que me hizo la entrevista. Acabaría siendo mi mentor y alguien que apoyó enormemente mi carrera laboral.
En un principio pensé en estudiar otras opciones más adelante; ahora llevo casi tres décadas en la empresa. Mi trayectoria ha estado repleta de dificultades, crecimiento y pasión verdadera por lo que hacemos aquí.
¿Qué hace que su carrera profesional en Leybold no se parezca a ninguna otra y cómo ha influido la integración en su trayectoria profesional la integración en Atlas Copco Group?
El trabajo jamás llegó a aburrirme: desde un primer momento trabajé con lo que llamábamos "aplicaciones": Tenía que elegir o desarrollar soluciones de vacío que pudieran satisfacer necesidades muy concretas en los diversos mercados que consumen vacío. Créeme: estas cosas no llegan nunca al punto de aburrir. Aun después de tantos años, siempre aparecen aplicaciones con dificultades nunca antes vistas o poco comunes. El reto de desarrollar soluciones para mercados concretos hace que mi trabajo resulte atractivo y no deje de evolucionar.
La envergadura de la empresa es la justa: ni demasiado grande (lo que haría que se perdieran las contribuciones personales de cada uno, como pasaba en mi anterior empresa, que era enorme) ni demasiado pequeña como para limitar el crecimiento personal y profesional. La cultura sin jerarquías de Leybold, aun en la década de los 90, me dio todas las herramientas que necesitaba como técnico joven para formar parte de las decisiones y tener superiores que me escuchaban. Nunca quise recurrir a instancias superiores, pero siempre surgía la oportunidad de hablar con ellas cuando surgía la necesidad.
Ahora, siendo parte de Atlas Copco Group, el futuro de Leybold está garantizado; además, la integración ha abierto numerosas puertas para el crecimiento y el cambio profesional. Junto con nuestras marcas asociadas ahora somos la mayor empresa de vacío del mundo.
Comencé mi trayectoria como técnico aquí y no me cabe duda de que terminaré mi carrera en Leybold. A pesar de las dificultades, jamás me he arrepentido de la decisión que tomé. Haber abierto el periódico un sábado por la mañana sigue siendo una de las mejores decisiones que haya tomado.