Detectores de fugas húmedos frente a secos 1 de noviembre de 2021
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Desde laboratorios gubernamentales hasta operaciones de defensa clasificadas, el mundo de la fabricación actual implica muchos procesos avanzados. Algunos de ellos requieren que sus sistemas se presuricen o despresuricen según especificaciones exactas para que tengan éxito, y cuando lo hacen, los sistemas de detección de fugas se vuelven esenciales.
Hay varias configuraciones de detectores de fugas y modos de prueba, pero para elegir el adecuado, es importante conocer la diferencia entre los dos tipos principales: húmedo y seco. Echaremos un vistazo a ambos y le ayudaremos a decidir cuál funciona mejor para su aplicación.
¿Qué es un detector de fugas?
Como su nombre indica, los detectores de fugas se utilizan para medir fugas de fluido o gas en sistemas presurizados o evacuados, o para encontrar la ubicación exacta de una fuga en un componente.
Los fundamentos de la detección de fugas implican muchos detalles, pero en su forma más básica, los detectores de fugas son una forma de prueba no destructiva (NDT) que mide la cantidad de aire que se escapa de una máquina o proceso industrial. Funciona detectando la presión parcial del helio dentro del tubo de aspiración de una bomba de vacío. El tipo de detector de fugas (húmedo o seco) que debe utilizar depende en gran medida de la aplicación.
Aplicaciones
Existen muchas aplicaciones que requieren un sistema presurizado o de vacío, lo que significa que los detectores de fugas se utilizan actualmente en una amplia variedad de industrias. Algunas de las aplicaciones más comunes de los detectores de fugas incluyen:
- Fabricación de productos sanitarios
- Laboratorios y fabricación farmacéutica
- Procesos de fabricación
- Aeroespacial
- I+D
- Semiconductores
- Materiales aptos para alimentos
- Aceleradores de partículas
- Defensa
- Óptica
En general, cualquier entorno que requiera presurización o despresurización necesitará un detector de fugas para garantizar que su sistema permanezca estable.
¿Húmedo o seco?
Aunque se deben tener en cuenta otros factores, la aplicación debe ser el parámetro principal a la hora de elegir un sistema de detección de fugas. Los sistemas húmedos utilizan aceite en su bomba de vacío, por lo que pueden emitirse pequeñas cantidades de vapores de aceite durante su uso. Los detectores de fugas en seco no utilizan aceite y, por lo tanto, no generan emisiones. Si su aplicación requiere que no se emitan vapores de aceite, es muy probable que deba utilizar un detector de fugas en seco.
Aunque suele ser el factor determinante principal, la aplicación no es lo único que debe tener en cuenta a la hora de elegir un sistema de detección de fugas. Estas son algunas otras diferencias entre los dos.
Mantenimiento
A menos que se utilice un detector de fugas húmedas con muy poca frecuencia, se recomienda realizar el mantenimiento una vez al año. El mantenimiento anual típico incluye el cambio de aceite y filtro y la limpieza. Los indicios de necesidad de mantenimiento incluyen el color del aceite, el olor del aceite y los altos niveles de fondo. Los detectores de fugas más recientes incluyen contadores de mantenimiento que alertan automáticamente al operario cuando es el momento de realizar el mantenimiento.
Dado que no se utiliza aceite en la bomba de vacío, los sistemas de detección de fugas en seco no necesitan un mantenimiento tan frecuente. La mayoría de los detectores de fugas en seco solo necesitan un mantenimiento de la bomba de vacío cada dos años, con modelos de bombas de vacío de lóbulos rotativos que duran hasta cuatro años entre ciclos de mantenimiento.
Vida de servicio
Los detectores de fugas en húmedo y en seco son dispositivos muy robustos y fiables, y puede esperar razonablemente que duren hasta 10 años en aplicaciones limpias. Los sistemas secos son un poco más fáciles de mantener sin los cambios de aceite y la eliminación necesarios. Tanto los detectores de fugas en húmedo como en seco incluyen filtros de refrigeración por aire para proteger los componentes electrónicos que deben mantenerse en función del uso.
Diseño
Al igual que su resistencia, los detectores de fugas en húmedo y en seco están diseñados pensando en la sencillez. Empleando el mismo software, funcionan de forma casi idéntica, con la única diferencia de que la tasa de fuga de helio es la hermeticidad de los modelos de bombas de vacío en seco. Ambos sistemas también son capaces de los cuatro métodos de prueba: vacío externo, vacío interno, vacío de sobrepresión y prueba de olfateo.
Coste
Debido a su diseño relativamente similar, hay poca diferencia entre el precio de un detector de fugas húmedo y seco. Los sistemas secos cuestan un 3-5 % más que sus homólogos húmedos, pero el ahorro de menos mantenimiento tiene el potencial de compensar parte del gasto adicional.
Leybold: líder en detección de fugas
Al igual que con cualquier dispositivo, el servicio al cliente también es una parte esencial a la hora de elegir un proveedor. Leybold no solo utiliza su experiencia en el sector para diseñar algunos de los sistemas de detección de fugas de mayor rendimiento que ofrece el mercado, sino que también nos tomamos muy en serio su satisfacción. Nuestro sistema de servicio remoto permite a nuestro equipo de expertos ofrecerle la asistencia que necesita, y nuestros modelos están construidos para soportar los entornos en los que deben funcionar.
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